El capital más importante de las naciones son sus ideas y el conocimiento que se origina en nuestras mentes. Es en ese escenario, donde los jóvenes tenemos un papel protagónico de excepción en la sociedad; de ahí nuestra gran responsabilidad de adquirir una permanente formación, un constante crecimiento personal; pues estamos llamados a ser hombres y mujeres de grandes ideales y propiciar los verdaderos cambios que se generen en nuestro país a través también de un nuevo liderazgo. Ese que nuestro país tanto necesita, con principios y con una mentalidad exitosa.
Esta noche celebramos la dedicación y el deseo de superación de estos jóvenes que están aportando con mayor calidad al desarrollo de nuestra región. Celebramos porque son nuestros jóvenes, porque lo que hacen es una esperanza en la solución de las problemáticas sociales y contribuye a formar a las nuevas generaciones por el sendero de los auténticos valores.
Celebramos también por aquellos que no se rinden, por los que se postularon a este premio y esta noche no están aquí; porque ellos también luchan por una mejor calidad de vida para todos, y que sin ninguna duda también son dignos de imitar.
La sociedad, nos continúa desafiando, y como jóvenes tenemos el sagrado deber de responderle, poniéndonos en camino, mirando la vida con ojos nuevos, rompiendo barreras, siendo creativos, exigiendo lo que en justicia merecemos, viviendo con intensidad nuestra vocación y luchando por el progreso y la verdadera transformación de nuestro querido país.
Decía Mahatma Gandhi, “Un esfuerzo total es una victoria absoluta”. Ciertamente los méritos acumulados por cada uno de ustedes, son producto del esfuerzo permanente de distintos actores, los cuales se han combinado para que hoy puedan mostrar con orgullo los resultados que dan sentido a este acto. Felicidades a también a esas personas que son la base sustancial de sus logros.
Quiero concluir con un símil entre la competencia en el mundo de los animales y la competencia en el de los humanos, extraída del legado cultural de la sociedad africana.
Cada mañana, en el corazón del África, una gacela abre sus ojos. Sabe que debe correr más rápido que el más veloz de los leones; de lo contrario, este será su ultimo día de vida.
Cada mañana, en el corazón del África, un león se despierta. Sabe que debe correr más rápido que la más lenta de las gacelas, o de lo contrario, morirá de hambre.
Puede que seas león, o puede que seas gacela... Pero lo más importante es que el amanecer te encuentre corriendo.
Amigos, ser jóvenes meritorios es ya un paso de avance. Continuemos luchando con ahínco tras nuestros sueños, que deben ir de las manos con el anhelo de ser una sociedad mas critica, justa, participativa y prospera.
En nombre de la Cámara Junior Internacional, muchas felicidades a todos.
* Ceremonia de Premiación TOYP. Centro de Convenciones Cainco, 2006
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